¿De qué trata el ODS 10?
El ODS 10 busca reducir las desigualdades dentro de los países y entre ellos. Promueve una distribución más equitativa de los recursos y el acceso a oportunidades. América Latina es una de las regiones con mayores niveles de desigualdad en el mundo, lo cual limita el desarrollo económico inclusivo y perpetúa la pobreza. La región presenta marcadas disparidades en ingresos, acceso a servicios básicos, educación, salud, y empleo, afectando especialmente a grupos vulnerables como, comunidades indígenas, afrodescendientes y mujeres.
Históricamente, la estructura socioeconómica de América Latina ha favorecido la concentración de la riqueza en manos de una pequeña élite, mientras que amplios sectores de la población viven en condiciones de pobreza o vulnerabilidad. A pesar de que, algunos países han implementado políticas para reducir las brechas sociales, persisten grandes desigualdades, exacerbadas por la pandemia de COVID-19.
La reducción de las desigualdades es esencial para promover sociedades más inclusivas y sostenibles. Las desigualdades en los ingresos y el acceso a servicios básicos no solo afectan a los más pobres, sino que también debilitan la cohesión social, aumentan las tensiones políticas y frenan el crecimiento económico. Un país más equitativo tiende a ser más estable y resiliente frente a crisis económicas y sociales.
En América Latina, el ODS 10 es particularmente relevante para combatir la exclusión de grupos vulnerables, como los pueblos indígenas y afrodescendientes, que enfrentan barreras históricas de discriminación. Además, reducir las desigualdades ayuda a fortalecer el tejido social y promueve un desarrollo económico más equilibrado y duradero.
Problemáticas Caso Bolivia Acciones
- Concentración de la riqueza: El 10% más rico controla más del 40% de los ingresos en muchos países de la región, mientras que grandes sectores de la población viven en la pobreza.
- Desigualdad en acceso a servicios: Las zonas rurales y las comunidades indígenas tienen acceso limitado a educación, salud, y oportunidades laborales de calidad.
- Brechas de género: Las mujeres, en especial, indígenas y afrodescendientes, enfrentan mayores obstáculos para acceder a trabajos bien remunerados y sufren una alta tasa de informalidad laboral.
- Discriminación étnica: Las comunidades indígenas y afrodescendientes sufren altos niveles de pobreza y exclusión social.
- Desempleo juvenil: Los jóvenes, particularmente en zonas urbanas marginadas, tienen mayores dificultades para acceder a empleos formales y bien remunerados.
Bolivia es uno de los países con mayor población indígena en América Latina, lo que agrava las desigualdades debido a la histórica exclusión de estos grupos.
Aproximadamente el 48% de la población boliviana se identifica como indígena, pero, las disparidades entre las comunidades indígenas y el resto de la población son profundas. A pesar de algunos avances en la reducción de la pobreza durante las últimas décadas, Bolivia sigue siendo uno de los países más pobres de la región, con una tasa de pobreza que afecta especialmente a las áreas rurales.
En 2022, el 25% de la población boliviana vivía en pobreza, y las comunidades indígenas eran las más afectadas. Los pueblos indígenas en Bolivia tienen un acceso limitado a servicios básicos como educación, salud y agua potable, especialmente en las zonas rurales de los Andes y el Amazonas.
Además, la desigualdad en Bolivia tiene una dimensión étnica y de género. Las mujeres indígenas enfrentan mayores obstáculos en términos de empleo y participación política.
A pesar de que la Constitución boliviana reconoce los derechos de las naciones y pueblos indígenas, las políticas públicas no siempre se traducen en mejoras sustanciales en la vida diaria de estas comunidades.
- Fortalecimiento de la inclusión indígena: Las políticas públicas deben enfocarse en garantizar el acceso a educación de calidad, salud y empleo para las comunidades indígenas, especialmente en zonas rurales. Esto incluye la inversión en infraestructura y programas que promuevan la capacitación y la participación en la economía formal.
- Reformas fiscales justas: Implementar sistemas fiscales progresivos que redistribuyan la riqueza y financien servicios públicos de calidad, asegurando que los más ricos contribuyan de manera justa.
- Promoción de la equidad de género: Es esencial impulsar políticas que reduzcan las brechas de género, tanto en el acceso a empleo formal, como en la igualdad salarial. Además, se deben promover programas que empoderen a mujeres indígenas y afrodescendientes.
- Desarrollo rural sostenible: Invertir en el desarrollo de zonas rurales, mejorando la infraestructura y las oportunidades económicas para las comunidades más pobres.
- Acceso universal a servicios básicos: Ampliar la cobertura de servicios esenciales como salud, educación y agua potable a las zonas rurales y comunidades marginadas es clave para reducir las desigualdades en Bolivia y en toda la región.
BIBLIOGRAFÍA
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). (2022). Desigualdad y pobreza en América Latina. Disponible en: https://www.cepal.org/es/publicaciones
Instituto Nacional de Estadística de Bolivia (INE). (2022). Indicadores de pobreza y desigualdad en Bolivia. Disponible en: https://www.ine.gob.bo
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Organización Internacional del Trabajo (OIT). (2021). Informalidad laboral y desigualdad en América Latina. Disponible en: https://www.ilo.org/